"Yo... he visto cosas que vosotros no creeríais: Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán... en el tiempo... como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir" - Roy Batty
Calificación: No recomendada para menores de 16 años
Reparto:Richard Gere, Don Cheadle, Ethan Hawke, Wesley Snipes, Jesse Williams, Lili Taylor,Ellen Barkin, Will Patton,
SINOPSIS:
Tres policías de Nueva York, sin conexión entre ellos y con carreras muy diferentes coincidirán durante una multitudinaria redada en la zona más peligrosa de Brooklyn. El hecho de que sus caminos se crucen dejará al descubierto sus historias: Eddie (Richard Gere) es un hombre autodestructivo y honesto que ha perdido el respeto de sus compañeros. Sal (Ethan Hawke) ha caído en la corrupción y vive con la culpabilidad de haber asesinado a un traficante por dinero. Tango (Don Cheadle) trabaja encubierto en un caso de drogas y deberá traicionar al traficante Caz (Wesley Snipes), quien se ha convertido en su mejor amigo.
CRITICA: Tras ver recientemente las infames Vaya par de polis y La víctima perfecta, me pregunté, ¿qué le ha hecho Brooklyn a los cineastas para que se vayan a rodar allí tan lamentables películas?. El peculiar y atractivo distrito neoyorkino merece algo mejor y lo encuentra en Los amos de Brooklyn, aunque curiosamente este es uno de esos films de bajos fondos que no atraerá precisamente a turistas a la zona. Los amos de Brooklyn es lo que pasa cuando Antoine Fuqua, el primo terrícola de James Gray, se empapa de las cinco temporadas de The Wire (no es casualidad que aparezcan hasta tres de los actores de la serie, con la icónica presencia de Michael Kenneth Williams a la cabeza). El realizador regresa al policíaco, el género que le dio la gloria con Training Day y que no debería abandonar (así nos ahorraríamos cosas como Lágrimas del sol o El rey Arturo), demuestra su oficio y añade un toque de ambición que no le sienta mal a un film que tiene momentos de una intensidad realmente alta. La culpa de que Los amos de Brooklyn no sea una gran película hay que echársela en primer lugar a sus personajes, demasiado ceñidos a los estereotipos del veterano de vuelta de todo que decide tomarse la justicia por su mano, el corrupto con buenos motivos y el eterno infiltrado que termina comprendiendo que sus mejores amigos son criminales. Por otra parte, el tópico uso de la ya de por sí irritante partitura de Marcelo Zarvos contribuye a crear un clima algo histérico, casi operístico, que perjudica la credibilidad de la historia. Aún así, es una opción perfecta para espectadores con pocas ganas de riesgo.
1 comentario:
Vaya blog! Felicidades! Aún me queda añadir al mío animaciones. Genial todo. Habrá que seguirte a menudo. Saludos Replicante.
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